domingo, 15 de junio de 2008

¿TESIS O PLANES DE NEGOCIO?


Recientemente un artículo publicado por el diario El Tiempo de Colombia reveló que “una investigación de La Universidad de Caldas descubrió casos como el de una tesis de grado que estuvo en una biblioteca sin ser abierta por más de 30 años”. Hechos como este y el fraude reviven el debate sobre la utilidad de las tesis y monografías, concluía.

En este punto creo que es hora de debatir en serio que tan útiles son las tesis y monografías y para que les sirven a las Universidades, aparte de adornar sus estanterías en las bibliotecas.

En mi labor como docente y consultor siempre que entro a revisar alguna publicación o revista en una biblioteca de Universidad, miro con curiosidad esos bellos libros empastados y con letras de oro y me pregunto cual es el aporte que hacen por ejemplo al desarrollo sostenible de un país. Y si tuviera que responder no encontraría un argumento válido que justifique que son documentos “vivos” y útiles para tales fines.

Me inclino decididamente a cambiar las tesis y monografías por Planes de negocios para crear empresa. De hecho en Universidades como la EAN de Colombia actualmente son una opción válida para los alumnos que aspiran a su grado universitario y seguramente muchas universidades ya han comenzado a recorrer ese camino.

EL PLAN DE NEGOCIOS

Pero si vamos a persuadir a la academia para que acoja prioritariamente los planes de negocios por encima de las tesis y monografías, así mismo debemos ceñirnos a lo que es un plan de negocios, por que muchos asesores y profesores siguen dándole carácter académico incluyendo en él aspectos que no son relevantes y que hacen más parte de una monografía o tesis. Se siguen haciendo planes de negocios con una extensiones asombrosas que incluso pasan las 100 páginas, seguramente influidos todavía por el volumen de las tesis que estábamos obligados a hacer. No, un plan de negocios no es eso, un plan de negocios es un documento gerencial que le indica al emprendedor como va a operar su negocio. ¿Entonces por que incluirle tantas arandelas propias de una trabajo de tesis?

No creo sinceramente que un inversionista o gerente de banco se anime a leer un plan de negocios de 100 hojas o que contenga cosas como el planteamiento del problema o los marcos históricos, culturales propios de las tesis. Creo debemos animar a que se hagan planes de negocios, pero verdaderos planes de negocios que contengan lo básico y apropiado para que el emprendedor opere su empresa.

Me gusta mucho la definición que sobre plan de negocios da El Dr. Rodrigo Varela, de la Universidad ICESI de Cali, en su exitoso libro de Iniciativa y Desarrollo Empresarial: “Para los estudiantes y profesores, elaborar el plan de negocio no es un trabajo académico, por tanto, no debe escribirse según los principios de los trabajos académicos. Por ejemplo, citas, referencias bibliográficas, definiciones de términos bien conocidos, explicaciones metodológicas, procedimiento de cálculo, copias de teorías, etcétera, no tiene mucha cabida en el plan de negocio. No es producción académica, es producción de un documento operativo para un negocio”.

¿Entonces por qué abrumar a los jóvenes emprendedores con planes de negocios tan confusos e imposibles de hacer cuando tenemos a la mano que este se convierta en una experiencia emocionante para la creación de empresas? ¿Por qué los docentes insisten en que estos documentos sean perfectos? Yo le sugiero a mis alumnos emprendedores que no esperen a que su documento sea perfecto o si no, no lo van a comenzar nunca.

Me perdonan mis colegas pero va siendo hora que el plan de negocios sea un documento en el cual emprendedores y maestros trabajemos a cuatro manos para lograr el éxito de nuestros alumnos. El plan no se puede convertir en palos a la rueda para desanimarlos de su emprendimiento.

Cuando encuentro emprendedores que quieren hacer empresa pero son desestimulados por docentes y asesores por que su documento no es perfecto o por que su idea no encaja en lo que ellos creen que debe ser una empresa, o por que sus proyecciones financieras no presuponen un éxito garantizado, les animo a seguir adelante, y les recuerdo que un plan de negocios no es para validar las ideas de profesores y asesores, un plan de negocios es para que el nuevo emprendedor convierta su sueño empresarial en realidad.

Entonces estimulemos el desarrollo de los planes de negocios como opción de grado en las Universidades y apoyemos que los mismos se conviertan en el inmediato futuro en empresas exitosas. Sólo así los países podrán progresar.

Víctor Hugo Robayo Ulloa - Junio 15 de 2008